Deficitarios pero felices
- lasantiaguinarm
- 25 sept 2022
- 2 Min. de lectura
He buscado "Real Madrid Baloncesto" en Google y he entrado en la sección de nuestros muchachos en la web del club. De repente se me ha antojado comprarle unas camisetas a mis polluelos, para llevarles desde pequeños por el correcto camino madridista, aprovechando que les vi de reojo mirar la semifinal. Y eso que lo de "Ibai" aún no les suena a nada, ya tendrán tiempo de hacerse tiktokers, twitch y esas cosas modernas.
Arriba derecha, tienda. Vamos para allá. Niños. Tercera equipación, color pálido. No, no, quiero baloncesto. Ba-lon-ces-to. Pruebo a través de Google: ahí me salen unos pantacas de la temporada pasada, blancos magníficos. Talla 116, todavía no me llegan.
Obviamente todo esto es un teatro para decir lo mal que vendemos nuestro producto. Como siempre digo, no sé qué pintan en el canal del club un montón de películas imposibles de ver, teniendo cámaras en Valdebebas para poder ver partidos de niños de todas las categorías y secciones. Por ejemplo.
¿Cuánto dinero perdió la sección el curso pasado? Y hay que perderlo, si queremos competir con los otros monstruos, especialmente el equipo impagable de la esquina derecha. Alrededor de 30 kilos, si no recuerdo mal, palmamos cada año. Y obviamente a camisetas no vamos a recuperar esos dineros, pero todo ayuda. Ayuda sobre todo a crear fidelidad, imagen de marca...
En fin, que no estamos tan mal diría aquel. Al menos no parece que tengamos un jugador en edad avanzada cobrando cifras crecientes, como parece que sucede bien cerquita. Apostamos por mentalidad abierta y sobre todo soñar a lo grande: algún día tendremos que tener una franquicia NBA, y desde esta web también apoyamos la creación del equipo femenino. Ellas lo merecen, poder soñar con jugar en su equipo.
Mientras, la Supercopa avanza, aunque genere los titulares justos (y eso tras venir de la resaca del título continental). Está claro que el baloncesto europeo sigue sin hacer los deberes.
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