La era Pablo Laso: ¿un final?

Lo primero, un Respeto: Pablo Laso Biurrun no es sólo una de las personas más importantes de la historia de nuestra sección, sino el portador de un palmarés envidiable. Entrenador blanco desde 2011 (con el desgaste inamaginable que supone una década en el banquillo merengue) es el coach que más partidos ha dirigido de blanco. Además, como jugdor ACB, es el líder histórico en asistencias y robos de balón, estando entre los diez primeros en partidos y minutos jugados.

¿A qué viene este repaso histórico= A que algo, algo debe saber de baloncesto (no hay duda) pero también de vestuarios, de dinámicas, de mentalidad. Y en eso estamos, en los intangibles mentales y de colectivo, porque lo de ayer frente al Bayern era más de psiquiatra que de pizarra.

Tras el ridículo saltaba la noticia en las redes (una vez más, por cierto, dejando en pañales a la prensa mainstream): el Madrid había apartado a Heurtel y Trey.

Me autocito un tuit antes de proseguir

https://twitter.com/ESaltoSlaughter/status/1512735998966472704 Esta misma mañana Laso lo confirmaba más o menos con estas palabras: "Heurtel y Thompkins no entrenan con el equipo, es una decisión técnica, tengo plena confianza en el resto".   De este modo, sea cierto o no, Laso se echa en primera persona la decisión y con ello las consecuencias.

Trey y Heurtel, como es evidente, no estaban en el último cuarto ridiculo de ayer. Así que si la idea era cortar cabezas, o faltan o sobran algunas, dicta la lógica. A mí, particularmente, me gustaría que Rudy y Llull pasasen a tomar las riendas del vestuario en cuanto a recuperación anímica, y aportaran la mejor versión en la pista que les quede, que a lo mejor es menos minutos y mas seleccionados.

Otra de historia: Cuando entra Laso, Rudy viste de blanco unos meses por el cierre patronal de la NBA. En ese Madrid estaban Chacho, Llull, Felipe, Carroll...  y dos chicos hoy algo cambiados, Mirotic y Tomic. 26-8 fue el desempeño en Liga Regular, perdiendo la final en el quinto contra el Barcelona. 

Y entonces Rudy acabó su aventura americana y entramos en una fase gloriosa: nos hicimos competitivos, ganadores. Surgió poco a poco el concepto de Lolaso, las mandarinas, la velocidad, la alegría, las victorias. Laso va unido a Llull y Rudy en esta historia de blanco, y una década después (que siempre es una eternidad) es el momento de ser parte de la solución, no del problema. Los tres.

Ojalá salga bien.

Como la historia es así, espera el FC Barcelona.