La trampa de Baskonia

Mala cosa cuando tu propio entrenador afirma, tras el partido: "Hemos caído en la trampa del Baskonia" o "hay que tener la cabeza más fría".

Mala cosa porque ambas frases están en poder de los jugadores, que son los que juegan, pero están en el debe del entrenador, que es el que tiene que parar o acelerar el partido, frenar o apretar a los suyos, indicar y ser escuchado.

Mala cosa porque era una semana exigente... y salimos de ella con dudas.

La principal de ella se centra en las estadísticas, las cochinas estadísticas. Frías y a veces incompletas -los intangibles, ya saben- pero testarudas. Por minutos y cifras... el partido de ayer señala a Llull y Yabusele. Ambos con enormes méritos en partidos y temporadas anteriores como para ponerles en duda. Pero...

Y las cifras dicen que al equipo le sienta bien Musa. En positivo. O que Deck, mientras estuvo en juego... que fue casi todo el partido (36:06) dejó el balance a 0. 

En fin, que Chus tiene trabajo, porque pasan cosas. Una de ellas, la de gestionar pesimamente los instantes finales. El último minuto, esta tarde-noche, es para vídeo y golpes a la mesa.

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