El doctor Madrid: la eficacia del halcón

La mejor noticia de la victoria en el clásico, además de la victoria en sí, es que les hemos ganado con poquísimo. Con Benzema lejos del mejor Karim, con Vinicius descentrado desde sus asuntos aquellos (lograron el objetivo de sacarlo de versión top, diantres), con Mendy saliendo en las fotos de los goles... que eso sí que es raro. Ganamos sin quemarnos, arriesgando un tanto, con la sensación de que si queríamos... Y es que el equipo, lo que nunca quiere... es destruirlos del todo. Es algo endémico ya. Con el 2-0, si hubiéramos sido ellos... habrían ido a por la manita. Pero en fin: ellos son de ganar estos partidos y nosotros de levantar Copas de Europa. Y encima ahora les ganamos estos partidos.

Yendo al clásico la noticia es que el equipo, pero también el estadio, ha entendido como se les gana: castigando su pretencioso estilo. Marear la pelota, al contrario de lo que opina Xavi, no es jugar bien. Es defender con pases horizontales, sin profundidad, y con el riesgo de que en cualquier contra te caiga la vacuna. Así lo hizo el Madrid, castigando la espalda y la segunda jugada... y luego metiendo rápidamente el 3-1 cuando se acercaron, porque nos quedaban balas sin usar. Balas tremendas, como Rodrygo.

El Real Madrid, sí, ha aprendido cómo jugarle al Barcelona, sobre todo a un Barcelona muy lejos de aquella mejor versión de hace años. Eficacia clínica la nuestra, con un Valverde convertido en el Doctor Castigo. Si algo le faltaba a Fede era confianza, creérselo. Ese "Tira más a puerta" que le reclamaba hace meses su Mina. 

No, no tenemos al mejor Karim, ni al mejor Vini, ni a Courtois, ni al mejor Mendy. Pero sí tenemos al mejor Fede. 

Recuperamos el liderato, asentémoslo, cerremos lo de la Champions y vayamos al Mundial con los deberes hechos: tras el Mundial todo será diferente.

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