El vuelo del ñandú sideral

Empezaremos por el final: la acción del Papu. Los comentaristas decían que era amarilla, y yo en la segunda toma ya veía roja, pero es que ahora, visto despacio, veo muchos partidos de suspensión. Vale que Valverde es un abuso, que es uruguayo y joven, pero el Papu le pega arriba y le daña abajo, en una acción absolutamente antideportiva y vergonzosa. No abrirá el Marca, así que al menos que abra este artículo.

La madre que lo parió, tuiteamos cuando Valverde anotó el tercero. Balsámico, además, porque tardamos en cerrar el partido. Fede ya no era pajarito, era halcón convenimos todos. Pero ya no estamos seguros aquí de que sea sólo un halcón. ¿Cuál es el siguiente animal volador magnífico y extraordinario?, preguntamos en Twitter. Un lector respondía que el ñandú, uruguayo, "no vuela pero es grande". Así que fue la noche del vuelo del ñandú sideral. Maravillosa fue la mirada de Lucas Vázquez a Fede, tras el gol, que le dice con la cara “madre mía, tronco, vaya nivelazo, cabrón”.

Un Lucas que había marcado el segundo a placer, cuando la cosa se ponía feo. Bravo por Asensio, que inventó la jugada. Ya escribimos aquí que en año de Mundial era fundamental recuperarlo (aunque queramos venderlo el 75% de las horas del día)

Siguiendo con el relato de los hechos al revés, hay que reseñar que Lamela nos metió un golazo. Tal vez Thibaut pudo hacer más, pero nos da más alegría su retorno que cebarnos en lo anterior. Si es que hasta Isco amenazaba con hacernos una de ley del ex, pero no acertaba entre palos.

El Sevilla nos apretó, sí, pero fruto de nuestro demérito. Al descanso merecíamos más gol que el de Modric, con un buen Vini. Cuanto menos ruido mediático, mejor Vinicius. Lo celebramos.

Y, finalmente, se echó de menos a Julen. Lopetegui ha pagado que la del Sevilla es una defensa muy endeble, gracias al fantástico trabajo de Monchi para reforzar el Fútbol Club Barcelona.

Líderes.

https://twitter.com/fedeevalverde/status/1583959380252569602