La Champions, siempre la Champions

No son las ligas, son las Champions.

Tal vez todo es como dice Juanma Rodríguez, y es que Dios es del Madrid. O lo que dice De Món, de que baje Dios y lo explique. Pero lo cierto es que somos lo que somos a día de hoy gracias a Florentino, pero sobre todo gracias a las Champions conseguidas en su mandato, que podrían haber sido muchas menos, porque lo conseguido es extraordinario. Pero sin las Champions, tras la era de Messi y del colchón federativo... estaríamos ahora en manos de un Boluda o un Calderón, enfrascados en la enésima palanca.

Pero es 2022, peleamos por la 15, nos entrena Carlo en su mejor versión, y vamos con todo de regreso al Bernabéu

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Otros no respetan los códigos del fútbol (Dios no sé si existe, pero un demiurgo balompédico es indubitable) y así les va, apalancados bajo el incendio en Munich o atormentados por enésima vez necesitados de una aspirina.

El lugar donde ocurren cosas milagrosas, donde se evocan las grandes noches y suceden. El Bernabéu y la Champions, la Copa de Europa y el estadio de Don Santiago (ahora también cada vez más de Florentino). Vuelve el matrimonio perfecto.

Vuelve el Rey Blanco.