La liga sin gol

Empecemos por el principio. Ningún entrenador del Real Madrid debería haber sobrevivido a las primeras jornadas.

A pesar de las lesiones, de que en Champions el equipo carburaba o del difícil calendario... un equipo que venía de ser segundo y que había fichado a Meline Gerard, Lucía Rodríguez, Rocío Gálvez, Claudia Zornoza, Esther González, Nahikari García, Athenea del Castillo y Caroline Moller, no podía ir con un punto en 5 jornadas (1 gol a favor).

Tuvimos que esperar a llevar 11 goles en 11 jornadas, décima posición de 16, con 14 puntos, para que hubiera cambio de entrenador. Hubo ahí afectos personales a Aznar, culpa de alguien de la directiva por dejar cojo el medio campo... o lo que fuera. Pero ese inicio de curso fue sencillamente lamentable, impropio del Real Madrid.

Haber llegado a meta en la última jornada es algo que sólo el Real Madrid podía hacer. Pero para crecer hay que analizar las sombras

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El fútbol es pasión y en el Real Madrid es fe altanera y es creer hasta el último minuto. La épica va intrínseca al escudo. Pero también hay que mirar los datos para no tener que sufrir tanto. Que este año se ha sufrido lo indecible.

Se le escapaba una sonrisilla a Toril, tras el último partido, destacando que el equipo se había hecho fuerte en casa y que no recibía goles y que (ahí la sonrisa) se había ido ganando por la mínima.

Se entiende que el entrenador haya apostado por la solidez atrás para conseguir resultados, pero los números finales son de derrota. Si estamos en UWCL es por la mala temporada de los rivales, no se pierda eso de vista. La temporada anterior el corte para la Champions estuvo en 70 puntos.

Con 41 goles a favor y 31 en contra, sacar 60 puntos en 30 jornadas (que es como ganar en casa y empatar fuera) es una proeza.

Tenemos 118 goles menos que el Barcelona, que son extraterrestres, sí. Pero también 30 menos que el Atleti, o 26 menos que la Real Sociedad.

El equipo ha metido 34 goles menos en Liga que el año pasado. Es el dato fundamental.

Nos falta gol. Y no sólo es comprar cromos, no es ese el problema. Esther metió 29 goles la temporada anterior, y aún siendo nuestra máxima goleadora se ha quedado lejos de esos números. Asllani (16) y Cardona (14) han sufrido de lesiones y no han aportado sus goles, pero tampoco lo han hecho las que han llegado. Queriendo como adoramos a Athenea y a Olga, deseando siempre que Nahikari triunfe como madridista que es, anhelando que Moller rompa en lo que Toril ve en ella... todas ellas se han quedado muy lejos de anotar los goles necesarios para un equipo ganador.

¿Es culpa de ellas? No, o no sólo. El equipo no ha sabido dar gol, regalar gol. No ha sabido sobreponerse a la ausencia de Jakobsson y Cardona. Solo Zornoza ha tenido la clarividencia que se pide.

Claudia Zornoza que, escrito quede, es de largo la mejor jugadora del Real Madrid 2021-2022. Temporadón impresionante.

Dicho todo esto... que a día de hoy haya dudas de si sigue Marta Cardona, incluso algunos apuntando que se va al Atlético de Madrid, debe llevar a la reflexión. Hemos echado infinítamente de menos la aportación de Marta Cardona, como para perderla. Si fuese así deberían rodar cabezas.

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Se irá Babs, se irá Kaci, se irá muy probablemente Asllani. Fin del primer ciclo del Real Madrid. Necesitamos más medio del campo dominante, más asistencias a gol, mejores sistemas que favorezcan el gol, más confianza de nuestras extremos, necesitamos a Marta Cardona, que Athenea siga dando pasos adelante (lo mismo para Moller), que Nahikari crea, que Esther combine, que Olga nunca deje su última racha.

Eso a partir de verano. Primero, la Copa. El ogro. Pero el ADN del club es, a partido único, temible. Confiemos en el último baile de nuestras míticas. Y renovad a Cardona, carajo.