Maldita sea, somos favoritos

Nos acercamos a la disputa del primer trofeo de la temporada con la peor de las noticias: hasta la caverna más canallesca nos ve favoritos. Y eso nos es letal.

El Real juega mejor cuando es insultado, minusvalorado. Cuando somos favoritos nos relajamos, empezamos el partido en el minuto 60, con 0-2, cosas así.

Recuerdo a mi padre, de pequeño, alegrarse de que nos metieran el primero "porque así espabilan estos cabrones".

Vuelven los cabrones. Y no está de más empezar con este contragafe, que si no nos llegará el frío

https://twitter.com/realmadrid/status/1556286542657867778

El Eintracht es un club histórico y amigo. No sólo por librarnos del Barcelona el curso pasado (librarnos de aguantarlos esta semana, que habrían estado inaguantables) sino por ser el rival de la quinta. La mejor final de la Copa de Europa, para muchos. Aquel 7-3 irrepetible, el 18 de Mayo de 1960, en Hampden Park. Eliminamos, por cierto, al Barcelona en semifinales. Es como el actor secundario de esta historia de madridistas y alemanes.

Allí tuvimos a Vallejo, por cierto, aunque la plantilla en la que él estuvo poco tiene que ver con la actual. 

Vienen de un tremendo meneo del Bayern post Lewandowski y nosotros seguimos de luna de miel desde las remontadas, la liga, Cibeles, la Champions, cibeles, las loas en América.

Respeto, respeto. Rodará el balón y nada de eso importará. Traigan el título, que sería nuestro quinta Supercopa y eso restauraría cierto orden al universo.